La vendimia 2022 en Dominio Fournier

Publicada el 20.12.2022

La vida es una sucesión de instantes, de momentos que suman y restan, de momentos que provocan giros inesperados para sorprendernos y sacarnos de nuestra zona de confort, advirtiendo y avisando: ¡Reinvéntate, espabila, ponte en marcha!, porque no todo está controlado.

Esto es lo que vemos cada vendimia, que la sucesión de momentos transcurridos a lo largo del invierno, la primavera y el verano marcan nuestro vino. Y eso nos gusta, cada añada debe transmitir y recoger lo sucedido en ese ciclo que va desde el invierno al otoño siguiente.

Cada temperatura, cada precipitación, y cada viento, han dado forma a la personalidad de nuestros vinos 2022, que este año se han forjado a golpe de sol y poca lluvia, dando lugar a bayas de pequeño tamaño, hollejos gruesos y taninos en alta concentración que se han desarrollado como método de rebeldía y supervivencia ante una temperatura que no ha dado tregua desde primavera.

Es sorprendente la capacidad de adaptación que una viña arraigada al terreno puede soportar, pasear entre viñas este pasado verano y ver que sus hojas no se secan, y que sus síntomas de sed han sido contenidos, nos hacen pensar que estas cepas son la definición perfecta de resiliencia.

Nuestra cosecha se ha visto eso sí, un poquito mermada en cantidad, pero la calidad nos ha sorprendido para bien. Vinos de mucho color, profundos, y expresivos, donde esperamos que nuestro paisaje se vea de nuevo representado cuando viaje a través de las mesas y copas donde sea invitado.

Todavía queda un largo camino hasta que estos vinos salgan de bodega, deben domarse en barrica, en contacto con el roble con quien tan buena pareja de baile forman, polimerizando con paciencia su estructura para volverse refinada y más elegante, para que cuando llegue el momento se muestren en su plenitud organoléptica.

Nosotros trabajamos con esa ilusión.

Y mientras, esperamos el momento conjunto del brindis y su disfrute.

Salud.

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